La hernia hiatal es una condición común que ocurre cuando una parte del estómago se desplaza hacia el tórax a través de una abertura en el diafragma, llamada hiato esofágico. Aunque muchas personas pueden vivir con una hernia hiatal sin presentar síntomas graves, en algunos casos, puede generar malestar y complicaciones que requieren atención médica. En este artículo, explicaremos qué es una hernia hiatal, cómo se diagnostica, sus síntomas, y las opciones de tratamiento disponibles.
El diafragma es un músculo ubicado debajo de los pulmones que juega un papel crucial en la respiración, ya que separa la cavidad torácica (donde se encuentran los pulmones y el corazón) de la cavidad abdominal (donde se localizan el estómago, el hígado, los intestinos y otros órganos). El esófago, que es el tubo que transporta los alimentos desde la boca hasta el estómago, pasa a través de una abertura en el diafragma conocida como el hiato esofágico.
En una persona sana, el estómago se encuentra en la cavidad abdominal y el esfínter esofágico inferior (una válvula muscular en la base del esófago) impide que los contenidos del estómago, como los ácidos, regresen al esófago. Sin embargo, en el caso de una hernia hiatal, parte del estómago se desliza hacia la cavidad torácica a través de esta abertura. Este desplazamiento puede debilitar el esfínter esofágico y ocasionar problemas como el reflujo ácido.
Existen dos tipos principales de hernia hiatal:
En muchas personas, la hernia hiatal no causa síntomas graves y puede ser detectada accidentalmente durante un examen médico por otro motivo. Sin embargo, cuando los síntomas están presentes, pueden incluir:
Si experimentas síntomas como estos de manera frecuente, es importante consultar a un médico para un diagnóstico adecuado.
Aunque cualquier persona puede desarrollar una hernia hiatal, hay ciertos factores que aumentan el riesgo de padecerla. Entre los factores más comunes se incluyen:
El diagnóstico de una hernia hiatal generalmente se realiza mediante estudios de imagen, como una radiografía de tórax o una endoscopia, que permite visualizar el esófago y el estómago de manera más detallada. En algunos casos, también se puede realizar una manometría esofágica para medir la presión en el esófago y evaluar el funcionamiento del esfínter esofágico inferior.
El tratamiento para la hernia hiatal depende de la gravedad de los síntomas. En muchos casos, se recomienda un enfoque conservador que incluya cambios en el estilo de vida y medicamentos para controlar el reflujo ácido, como los inhibidores de la bomba de protones (IBP) o antiácidos. Algunos cambios en el estilo de vida incluyen:
Si los síntomas son graves o no responden al tratamiento médico, en algunos casos puede ser necesario realizar una intervención quirúrgica para corregir la hernia hiatal, especialmente si se trata de una hernia paraesofágica.
Aunque no siempre es posible prevenir la formación de una hernia hiatal, se pueden tomar medidas para reducir el riesgo de desarrollar esta condición. Mantener un peso saludable, evitar el consumo excesivo de alimentos que puedan causar reflujo, y practicar una rutina de ejercicio regular son hábitos que pueden ayudarte a reducir la presión abdominal y, por lo tanto, disminuir las probabilidades de sufrir una hernia hiatal.
Si experimentas síntomas de reflujo ácido o dolor en el pecho, no dudes en buscar atención médica para un diagnóstico adecuado. Un tratamiento oportuno puede prevenir complicaciones y mejorar tu calidad de vida.
El Dr. Francisco Vélez Pérez es Médico Cirujano General egresado de la Universidad La Salle, y cuenta con una certificación de Alta Especialidad en Cirugía Hepato-Pancreato-Biliar por la Universidad Nacional Autónoma de México.