La ictericia afecta principalmente:

• Piel: La coloración amarillenta es más evidente en la piel.
• Ojos: La esclerótica (parte blanca del ojo) también se vuelve amarilla.
• Mucosas: Las membranas mucosas pueden presentar coloración amarillenta.

El diagnóstico de la ictericia generalmente incluye:

• Análisis de sangre: Para medir los niveles de bilirrubina y evaluar la función hepática.
• Ecografía abdominal: Para visualizar el hígado y la vesícula biliar y detectar obstrucciones.
• Tomografía computarizada (CT) o resonancia magnética (MRI): Para obtener imágenes detalladas del hígado y los conductos biliares.
• Biopsia hepática: En casos donde se sospecha una enfermedad hepática subyacente.

Las causas de la ictericia incluyen:

• Hepatitis: Infección del hígado que afecta su función.
• Cálculos biliares: Obstrucción de los conductos biliares.
• Cirrosis: Cicatrización crónica del hígado.
• Cáncer de páncreas o vesícula biliar: Puede obstruir los conductos biliares.
• Enfermedades hemolíticas: Aumento en la descomposición de glóbulos rojos.

Sí, el tratamiento de la ictericia depende de su causa subyacente:

• Medicación: Para infecciones o enfermedades hepáticas.
• Cirugía: Para remover obstrucciones como cálculos biliares o tumores.
• Terapias de soporte: Incluyen cambios en la dieta y tratamientos para aliviar los síntomas.

La ictericia puede confundirse con otras condiciones que causan coloración amarillenta de la piel y los ojos, como:

• Carotenemia: Aumento de caroteno en la sangre por consumir grandes cantidades de alimentos ricos en caroteno (zanahorias).
• Anemia hemolítica: Causada por la destrucción rápida de glóbulos rojos, pero la diferencia está en el tipo de pigmento acumulado y su causa.

Es importante que el tratamiento de la ictericia se base en la identificación precisa de su causa, ya que cada condición subyacente requiere un enfoque terapéutico específico.