Una hernia ocurre cuando un órgano o tejido sobresale a través de una zona débil en la pared muscular que lo contiene. Las hernias pueden aparecer en distintas partes del cuerpo, siendo las más comunes las hernias inguinales, umbilicales y abdominales. Reconocer los signos de una hernia es fundamental para buscar atención médica a tiempo y prevenir complicaciones.
1. Bulto visible o protuberancia
Uno de los signos más evidentes de una hernia es la aparición de un bulto o protuberancia en una zona específica del cuerpo, como la ingle, el ombligo o el abdomen. Este bulto puede ser más notorio cuando estás de pie, toses o realizas algún esfuerzo físico, y puede desaparecer al acostarte o descansar.
2. Dolor o molestia en la zona afectada
El dolor o la incomodidad son síntomas comunes de una hernia, especialmente al realizar actividades como levantar objetos, agacharte o caminar. Este dolor puede ser leve o intenso, dependiendo del tamaño de la hernia y su ubicación.
3. Sensación de presión o pesadez
Muchas personas con hernias describen una sensación de presión o pesadez en la zona donde se encuentra la protuberancia. Esta sensación puede empeorar al final del día, después de estar mucho tiempo de pie o tras realizar esfuerzo físico.
4. Cambios en la digestión o el tránsito intestinal
En algunos casos, especialmente si la hernia está cerca del abdomen, pueden aparecer síntomas relacionados con el sistema digestivo, como náuseas, estreñimiento o dificultad para evacuar. Estos síntomas pueden indicar que una parte del intestino está atrapada en la hernia, lo que requiere atención médica inmediata.
Si presentas uno o más de estos síntomas, es importante consultar a un especialista. El diagnóstico de una hernia generalmente se realiza mediante un examen físico, en el que el médico evalúa la zona afectada y puede pedirte que realices ciertos movimientos, como toser o esforzarte, para identificar la protuberancia. En algunos casos, puede ser necesario realizar estudios adicionales, como una ecografía o una tomografía, para confirmar el diagnóstico.
Aunque algunas hernias pueden no causar molestias significativas inicialmente, es importante no ignorarlas. Con el tiempo, una hernia puede crecer y aumentar el riesgo de complicaciones, como la estrangulación, en la que el tejido herniado pierde su flujo sanguíneo, causando dolor intenso y poniendo en riesgo tu salud.
El tratamiento de las hernias generalmente implica cirugía, ya sea mediante técnicas tradicionales o laparoscópicas. Además, puedes prevenir el desarrollo de hernias manteniendo un peso saludable, evitando esfuerzos excesivos al cargar objetos y tratando condiciones como el estreñimiento crónico o la tos persistente.
Recuerda que detectar y tratar una hernia a tiempo es fundamental para evitar complicaciones graves y mejorar tu calidad de vida. Si sospechas que puedes tener una hernia, no dudes en consultar a un especialista.
El Dr. Francisco Vélez Pérez es Médico Cirujano General egresado de la Universidad La Salle, y cuenta con una certificación de Alta Especialidad en Cirugía Hepato-Pancreato-Biliar por la Universidad Nacional Autónoma de México.