Las hernias inguinales son una condición médica común que ocurre cuando una porción de tejido, como parte del intestino, se desliza a través de un punto débil o una abertura en los músculos de la zona inguinal, que se encuentra en la parte inferior del abdomen. Este tipo de hernia puede causar molestias y, en algunos casos, complicaciones si no se trata a tiempo. Comprender las causas de las hernias inguinales puede ayudarte a prevenir su aparición o a detectarlas en etapas tempranas.

1. Debilidad de los músculos

La mayoría de las hernias inguinales se desarrollan debido a un punto débil en los músculos de la pared abdominal. Esta debilidad puede ser congénita (estar presente desde el nacimiento) o desarrollarse con el tiempo, especialmente debido al desgaste natural de los tejidos relacionado con el envejecimiento.

2. Aumento de la presión en el abdomen

Factores que aumentan la presión dentro del abdomen también contribuyen al desarrollo de hernias. Algunos de estos factores incluyen:

  • Levantar objetos pesados sin usar la técnica adecuada.
  • Estreñimiento crónico, que genera esfuerzo excesivo al evacuar.
  • Tos persistente, especialmente en personas con enfermedades respiratorias.
  • Embarazo, ya que ejerce presión adicional sobre los músculos abdominales.

3. Factores genéticos

Tener antecedentes familiares de hernias inguinales aumenta el riesgo de desarrollarlas. Esto puede deberse a la herencia de tejidos musculares más débiles o a predisposiciones congénitas que afectan la estructura de la pared abdominal.

4. Sexo y edad

Las hernias inguinales son más comunes en hombres que en mujeres, ya que la estructura anatómica masculina deja un área más propensa a la formación de hernias. Además, el riesgo aumenta con la edad, ya que los músculos tienden a debilitarse con el tiempo.

5. Lesiones o cirugías previas

Las cirugías abdominales o lesiones en la zona inguinal pueden debilitar los músculos y aumentar el riesgo de una hernia. Por eso, después de una cirugía, es importante seguir las indicaciones médicas y evitar actividades que puedan generar presión abdominal excesiva.

Tratamiento y prevención

El tratamiento principal para las hernias inguinales es la cirugía, que puede realizarse mediante técnicas tradicionales o laparoscópicas, dependiendo del caso. Prevenirlas implica adoptar hábitos saludables, como mantener un peso adecuado, evitar el esfuerzo excesivo al levantar objetos, tratar condiciones como el estreñimiento y dejar de fumar para evitar la tos crónica.

Si sospechas que tienes una hernia inguinal, es importante consultar a un especialista. Un diagnóstico temprano puede evitar complicaciones, como la estrangulación del tejido herniado, que requiere atención médica inmediata.

Dr. Francisco Vélez Pérez
Cirujano en Puebla
comprometido con tu salud y bienestar.