¿Qué tipo de cirugía es mejor para la vesícula?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el 30% de la población mexicana vive con enfermedades gastrointestinales. Este porcentaje equivale a un aproximado de 37 millones de habitantes, según datos del censo realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Se estima que aproximadamente entre el 20-30% de la población mundial tiene piedras en la vesícula y de ese porcentaje 2-3% de estos pacientes desarrollarán síntomas relacionados cada año.

Siendo el problema de vesícula la segunda causa cirugía más frecuentemente realizada a nivel mundial, solo después de la apendicitis o la primera causa de cirugía programada en el mundo.

Por ello, es importante tener en cuenta los síntomas que caracterizan a dicha afección, los cuales son:

  • Dolor en el cuadrante superior derecho.
  • Distensión abdominal.
  • Inflamación abdominal.
  • Dolor posterior a la ingesta de alimentos como: grasa, lácteos, aguacate.
  • En algunas ocasiones puede presentarse fiebre y coloración amarillenta de piel y ojos.

Los cálculos biliares son uno de los padecimientos más frecuentes alrededor del mundo. Se estima que entre un 20% y un 30% de la población mundial tiene piedras en la vesícula.

El riesgo es mayor cuando la persona:

  • Tiene de 30 a 40 años.
  • Presenta sobrepeso u obesidad.
  • Lleva malos hábitos alimenticios.
  • Es una mujer en edad fértil.

Cuando se forman estos depósitos endurecidos de fluido digestivo en forma de pequeñas piedras, se almacenan en la vesícula biliar o sus conductos, dando como resultado problemas muy molestos en dicho órgano como lo es el dolor intenso, sobre todo después de comer en grandes cantidades o comidas muy grasosas, impidiendo llevar a cabo un estilo de vida regular.

Es importante monitorear que no persistan ni empeoren los síntomas o dolores pues esto podría generar que se produzca una colecistitis, una pancreatitis o incluso una peritonitis biliar, por lo que es recomendable dar una solución temprana para evitar problemas futuros y optimizar así la calidad de vida del paciente.

La alternativa más adecuada para este problema es realizar una colecistectomía (extracción de vesícula), para la cual existen distintas técnicas, siendo las dos más comunes una extracción de vesícula a través de laparoscopia o una colecistectomía convencional mediante cirugía abierta, ambas totalmente eficaces y seguras para el paciente. 

Cirugía laparoscópica de vesícula biliar

Se realizan 2 ó 3 mini incisiones en la zona del abdomen del paciente y se infla con aire o dióxido de carbono para ver con claridad, insertando un instrumento iluminado adherido a una cámara de vídeo (laparoscopio) por una incisión cerca del ombligo. A continuación, se usa una pantalla de vídeo como guía mientras inserta instrumentos quirúrgicos dentro de las otras incisiones para extraer la vesícula biliar.

La intervención tiene una duración de entre 1 y 2 horas.

En la actualidad, los avances tecnológicos han permitido que sea posible realizar las operaciones de extracción de vesícula por laparoscopia utilizando tecnología 3D, permitiendo al cirujano observar el interior del paciente en una pantalla que distingue la profundidad y detalle, mejorando la precisión del cirujano y por lo tanto la seguridad para el paciente.

Colecistectomía convencional 

Esta técnica suele utilizarse cuando no es seguro llevar a cabo la intervención mediante laparoscopia. Esto se debe a características propias del paciente, como cirugías realizadas previamente en la zona abdominal.

Durante la operación, el cirujano hace una incisión de 5 a 7 pulgadas en la parte superior derecha del abdomen, justo debajo de las costillas. Se retrae el músculo y el tejido alrededor para visualizar la vesícula y separarla de otros órganos. El especialista corta el conducto biliar y los vasos sanguíneos que llevan a la vesícula y la extirpa posteriormente.

La intervención tiene una duración de 2 horas o menos, presentando una recuperación un poco más prolongada con una estancia hospitalaria de entre 2 a 4 días. La recuperación total puede alargarse hasta 8 semanas y deja una cicatriz de 7 a 10 cm en la parte superior derecha del abdomen.

Es fundamental que tengas en cuenta que ambas opciones son igual de eficaces y seguras, de manera que al momento de tomar una decisión influyan mínimamente las facilidades que te pueda brindar una de otra.

Con lo antes mencionado, un valor agregado que se le da a la laparoscopia es que actualmente, es la técnica más utilizada para dar solución a problemas de vesícula ya que es mínimamente invasiva, realizando el mínimo daño posible a los tejidos y permitiendo que la recuperación postoperatoria sea mucho más corta, con una estancia hospitalaria de 0 a 2 días y una recuperación total de entre 1 a 2 semanas, evitando también cicatrices que resultan de una cirugía abierta convencional.
Si hay inflamación y dolor crónico de vesícula, debes plantearte una futura cirugía de extirpación, también conocida como colecistectomía.

Si presentas dolor debajo de las costillas del lado derecho y se intensifica luego de la ingesta de alimentos, acude a una consulta de valoración y comprueba si tienes un problema de vesícula. Agenda aquí tu cita con el Dr. Francisco Vélez.

Dr. Francisco Vélez Pérez
Cirujano en Puebla
comprometido con tu salud y bienestar.