Los síntomas de la diverticulitis incluyen dolor abdominal, generalmente en la parte inferior izquierda del abdomen, fiebre, náuseas, vómitos, distensión abdominal y cambios en los hábitos intestinales, como estreñimiento o diarrea. Si experimenta estos síntomas, especialmente dolor abdominal severo y fiebre, debe buscar atención médica de inmediato

La diverticulitis afecta principalmente el colon, específicamente las áreas donde se forman los divertículos. Estas áreas son más comunes en el colon sigmoide, aunque los divertículos pueden formarse en cualquier parte del colon. Si no se trata, la diverticulitis puede llevar a complicaciones que afecten otras partes del cuerpo, como infecciones en la cavidad abdominal.

El diagnóstico de la diverticulitis generalmente se realiza mediante una combinación de:

• Examen físico: Evaluación de los síntomas y palpación abdominal para detectar áreas de dolor y sensibilidad.
• Tomografía computarizada (CT): Es la herramienta más común y precisa para confirmar la presencia de diverticulitis, evaluar su gravedad y detectar complicaciones.
• Análisis de sangre: Para detectar signos de infección o inflamación, como un aumento en el recuento de glóbulos blancos.
• Ecografía abdominal: En algunos casos, se puede utilizar para visualizar los divertículos inflamados.
• Colonoscopia: No se utiliza para diagnosticar un episodio agudo de diverticulitis debido al riesgo de perforación, pero puede ser recomendada después de que la inflamación haya disminuido para evaluar el colon y descartar otras enfermedades.

Las causas de la diverticulitis incluyen:

• Presión incrementada en el colon: La alta presión en el colon puede causar la formación de divertículos, que pueden inflamarse o infectarse.
• Dieta baja en fibra: Una dieta pobre en fibra puede contribuir a la formación de divertículos al aumentar la presión dentro del colon.
• Envejecimiento: La formación de divertículos es más común a medida que se envejece.
• Genética: Algunas personas pueden tener una predisposición genética a desarrollar divertículos.

El tratamiento médico inicial de la diverticulitis incluye reposo intestinal, lo que significa seguir una dieta líquida o baja en fibra para permitir que el colon se recupere. También se administran antibióticos para combatir la infección y reducir la inflamación. En casos de dolor severo, se pueden prescribir analgésicos. Es esencial seguir las indicaciones del médico y, en algunos casos, se puede recomendar la hospitalización si los síntomas son graves o no mejoran con el tratamiento ambulatorio.

¿Existe alguna cirugía para la diverticulitis?

Sí, en casos severos o recurrentes, la cirugía puede ser necesaria para tratar la diverticulitis:

• Resección de colon: En este procedimiento, se elimina la parte afectada del colon y se reconectan las partes sanas. Esto se puede realizar mediante cirugía abierta o laparoscópica.
• Absceso o perforación: Si la diverticulitis causa un absceso o perforación del colon, puede ser necesaria una cirugía de emergencia para drenar el absceso y reparar el colon.

La diverticulitis puede ser confundida con otras afecciones abdominales que presentan síntomas similares, como apendicitis, enfermedad inflamatoria intestinal (EII), síndrome del intestino irritable (SII) y cáncer de colon. La diferencia se establece mediante estudios de imagen y análisis de sangre específicos que pueden identificar la inflamación de los divertículos y descartar otras condiciones.